lunes, 2 de marzo de 2015

Naturaleza soñadora

Voy a empezar con un texto que encontré por ahí en un libro con el que me identifico mucho:

" Tú eres los libros que lees, las películas que ves, la música que escuchas, las personas que se cruzan en tu camino, los sueños que tienes, las conversaciones en las que te comprometes, eres todo lo que captas de esto..
Eres el sonido del océano, respirar aire fresco, eres luz y sombra. Eres el cúmulo de experiencias vividas hasta ahora. Tú eres el presente, tu día a día.
Sumérgete en el mar del conocimiento y existencia. Deja que las palabras corran por tus venas y que los colores llenen tu mente"
 
¿Qué sensación tenemos al leer esto? Supongo que a cada uno le invadirán sentimientos y emociones distintas, cada párrafo nos sugerirá el nombre de alguien importante en nuestra pasado, o presente, incluso una ilusión futura, un ideal...
Últimamente he estado pensando mucho en esto, ¿Qué son los sueños?
¿Son meramente una realidad distorsionada, o sólo parte del ciclo vital de la vida?
Mucha gente te dice que los sigas, que para ser feliz debes cumplirlos, pero en cambio, acto seguido, te dicen que bajes los pies a la tierra, que la escalada hacia ellos puede costarte más de una fractura...
Cuando nos sentimos mal, la memoria nos juega una mala pasada, ya que trata de recordar los momentos dolorosos vividos, distorsionándolos y convirtiéndolos en los únicos que recordemos. Sucede lo contrario cuando estás alegre, no diría feliz, ya que la felicidad para mí, son breves espacios de tiempo en un mar de dudas, preocupaciones y comeduras de coco.
Por qué somos tan complicados, ¿por qué nos cuesta tanto estar solos? Y reaccionamos de manera diferente ante los mismos estímulos, supongo que porque somos humanos.
Deberíamos ser fieles a nosotros mismos, dejar el mundo a un lado y poder realizar todo aquello que nos propongamos.
 
Si cierras los ojos, ¿Dónde te imaginas?
 
Y no te pido que seas realista, simplemente, sé tu mismo/a.
y ten en cuenta todos los factores que son influyentes en tu vida. Tu familia, tus amigos, todas aquellas cosas que hacen que sonrías en el día a día, no aquellas que lo hacen y se van para siempre. Esas no merecen la pena. Llévate tu casa a cuestas, ya que como sabemos, nuestra casa esta donde posemos la imaginación, los sueños y la maleta con todas estas experiencias, amigos y sonrisas.
 
Coge una maleta, un libro y un diario y vuela.